El modelo elegido fue copia de uno que había preparado Chris, del blog Sugar Mur, por dos motivos principales: nos gustaba el resultado final porque quedaba muy fino y, además, yo tenía exactamente el mismo molde porque se lo había comprado en un pedido que le hice este verano.
Por suerte encontramos aquí una tienda que tenían los materiales específicos que necesitábamos (fondant, colorante,...), así es que mi madre fue la encargada de hacer las compras y tener todo preparado para ponernos manos a la obra. Allí mismo nos ofrecieron una receta para hacer las galletas y decidimos probarla.
Una vez que os he puesto en antecedentes, a partir de aquí os dejo un híper-mega reportaje de todo el proceso, incluida la celebración.
Ingredientes galletas:
-500 g harina
-200 g azúcar
-250 g mantequilla
-1 huevo
-esencia de vainilla (u otra al gusto)
Preparación:
Mezclar el azúcar con la mantequilla que habremos tenido a temperatura ambiente hasta que ablande. Añadir el huevo, incorporarlo bien, la esencia y, por último, la harina. Mezclar bien amasando. Extenderla con la ayuda de un rodillo y cortarla con la forma elegida. Disponerlas en una bandeja de horno, previamente precalentado y hornearlas a 180º hasta que los bordes empiecen a tomar color. Endurecerán al enfriar.
Yo hice 4 tandas de masa. En total salieron 92 galletas de tamaño grande. Tuvimos que ir poniéndolas sobre una cama, nos desbordaba tanta galleta, jajaja.
-fondant blanco(nosotras gastamos 1 k y medio en total)
-colorante amarillo para fondant
-purpurina comestible
-pincel repostería
-un poco de agua
-un corcho y un alfiler
-pincel
-azúcar glass
Decoración:
Espolvoreamos la superficie de trabajo con azúcar glass y extendemos el fondant con un rodillo. Yo lo dejé más bien finito, porque había oído que era muy dulce y no quería que quedara demasiado empalagoso. Cortamos con el mismo cortapastas que las galletas. Mojamos el fondant un poquito (si nos pasamos la galleta se ablandará), lo justo para que humedezca y lo ponemos sobre la galleta, presionamos un poco para ayudar a que se pegue.
Dejamos secar bien antes del empaquetado, al menos un día.






Empaquetado:
-bolsas de colores
-cinta de lazo fina
-tarjetas (las mías son de diseño casero, creadas para la ocasión e impresas en cartulina en la impresora de casa, luego recortadas con tijera de ondas)
-cesta
-papel celofán
-lazo ancho
Embolsamos cada galleta y le sujetamos la tarjeta con cinta de lazo. Luego las colocamos en una cesta que cubrimos con papel de celofán y atamos con un bonito lazo ancho.
Aquí os presento al grupo del turno de mi mami, que fue "el culpable" de la magnífica organización del acto. Todo un derroche de buen hacer y, sobre todo, cariño.
Estos son algunos de los compañeros de Alicante.
Fue toda una sorpresa y una enorme alegría que un grupo viniera como representante del servicio de UCI del Hospital de Elche donde ella estuvo trabajando varios años.
Tuvieron la suerte de contar con dos pedazos de artistas-compañeras que amenizaron la fiesta con sus canciones.
Fue obsequiada con unos regalos estupendos y ella repartió las galletas de recuerdo entre los asistentes. Gustaron mucho.
Ahora unas fotos-recuerdo de las mesas:
Desde aquí, y aprovechando la ocasión, quiero dar la GRACIAS, en nombre de mi madre y familia, a todo el personal del SERVICIO DE UCI DEL HOSPITAL GENERAL UNIVERSITARIO DE ALICANTE, tanto los que pudieron estar presentes como los que no, por el maravilloso día con el que le obsequiásteis y por haber contribuido a que el día de su despedida haya sido uno de los más dulces de su vida y que, sin duda, será inolvidable.
Y, a todos los que hayáis sido capaces de llegar hasta el final, un beso enorme, que os lo habéis ganado. Perdonad por un post tan largo, pero la ocasión lo merecía.