.jpg)
.png)
Estos pastelitos, en forma de pequeñas empanadillas, me gustan mucho. Hasta ahora siempre los había comprado, pero no todos están ricos, como suele ocurrir. Últimamente los había encontrado en un supermercado de San Vicente y resultaban bastante aceptables, así es que directamente los compraba allí para no seguir experimentando otros. Además, en mi casa sólo me gustan a mi, con lo que le llevaba a mi padre que también le gustan y teníamos para toda la navidad. Pues bien, este año ya iba yo pensando en acercarme a comprarlos cuando, navegando, navegando, doy con Criss y su blog Alimenta, donde publicaba su receta de los pastissets. Me quedé maravillada al verlos, tan perfectos y bonitos y con un paso a paso fantástico. La espinita ya se me había clavado, así es que no me quedaba otra que sacármela, o sea, hacerlos yo. Me puse en contacto con Criss y le consulté algunas dudas que tenía. Fue muy amable y me las respondió enseguida. Ya no había marcha atrás, compré los ingredientes y el día 23 me puse a ello. Si me habían parecido perfectos al verlos, ahora que los he probado creo que ya no voy a comprar ninguno más. Están buenísimos. Encima creo que me quedaron con muy buen aspecto para ser los primeros, ¿qué más puedo pedir? Todos los que los han probado hasta ahora opinan lo mismo que yo. Justo ahora, mientras estoy escribiendo esta entrada, no he podido reprimir las ganas de saborear uno y me lo estoy comiendo, entre tecla y tecla y foto y foto. Muchísimas gracias por la receta y tus aclaraciones, Criss. A partir de ahora no te perderé la pista, me gusta mucho tu blog y todo lo que tienes en él y, como ya he probado, lo mismo sigo copiándote, jajaja. Aprovecho para recomendaros que vosotros hagáis lo mismo y paséis por su cocina a echar un vistazo, seguro que os quedáis un buen rato.
Y ahora, vamos con la receta.
Ingredientes:
-dulce de boniato
-125 ml aceite de girasol
-125 g manteca de cerdo
-125 ml aguardiente de anís
-1 yema
-250 g azúcar
-700 g harina
-ralladura 1/2 limón
-canela y azúcar mezclados para rebozar
-1 clara
Preparación:
Criss había preparado ella misma el dulce de boniato, pero yo lo compré en Mercadona. Os dejo una foto por si a alguien le interesa. Gasté todo el bote y salieron dos bandejas, en total, 32 pastissets. Seguramente podría haber salido alguno más, pero al principio, y hasta que le cogí el punto, los hice un poco grandes. También creo que los rellené de más, pues a la hora del horneado a algunos se les salió un poco el relleno. Son pequeños matices a tener en cuenta la próxima vez.
La manteca, pues la que encontréis en el súper. Yo compré ésta:
Una de las preguntas que le hice a Criss era sobre el aguardiente de anís. Ella me comentó que lo consigue en una bodega de las de toda la vida, en botella o, incluso, a granel, pero que, en su defecto, podía usar anís seco. Yo compré el anís seco, pero mi padre me trajo un poco de aguardiente que tenía en el campo desde hacía tiempo, así que decidí hacerlos con él.Derretimos la manteca con el azúcar. A mi se me formaron algunos pequeños cristales de azúcar solidificada, creo que algo no hice bien. Al amasar fui quitando todos los que pude y, el resto, menos mal que no se notaban al comer. Aparte, calentamos el aceite, sin que llegue a hervir y lo dejamos templar todo.
En un bol colocamos la harina en forma de volcán y ponemos en el centro la manteca con el azúcar, el aceite, el aguardiente y el resto de los ingredientes, menos la clara del huevo. Vamos mezclando todo hasta que esté bien integrado. Yo lo terminé amasando un poco dentro del mismo bol.
Cogemos montoncitos de masa, la colocamos sobre film transparente y la estiramos con el rodillo.
Ponemos el relleno de dulce de boniato, doblamos la masa y cortamos dando forma a las empanadillas.
Las colocamos en la bandeja del horno y las pintamos con la clara del huevo que teníamos reservada bien batida. Luego las espolvoreamos o rebozamos por la parte superior con la mezcla de azúcar y canela. Introducimos los pastissets en el horno precalentado a 180º, arriba y abajo, hasta que estén dorados a nuestro gusto. Dejamos enfriar y podemos disfrutarlos.
Cogemos montoncitos de masa, la colocamos sobre film transparente y la estiramos con el rodillo.Ponemos el relleno de dulce de boniato, doblamos la masa y cortamos dando forma a las empanadillas.Las colocamos en la bandeja del horno y las pintamos con la clara del huevo que teníamos reservada bien batida. Luego las espolvoreamos o rebozamos por la parte superior con la mezcla de azúcar y canela. Introducimos los pastissets en el horno precalentado a 180º, arriba y abajo, hasta que estén dorados a nuestro gusto. Dejamos enfriar y podemos disfrutarlos.
Con el poquito de masa que me sobró hice unas pequeñas figuritas para mis hijos. No se tira nada, jajaja.
Y, a la hora de comerlos, queda muy bien acompañarlos de una copita de mistela o vino dulce. A pesar de que ya llevan una semana hechos, están como el primer día, crujientes. Animaros a probarlos, ya me contaréis.
La semana pasada, el día 23, tuve la sorpresa y el placer de recibir unas muestras de la empresa 
el que hizo mi hija en el cole hace unos años,
el que pintamos de escayola mi marido y yo hace muuuuuuucho tiempo 
y el del peque, heredado de su hermana. Éste último, el pobre, está ya un poco desgastado, pues tiene muchas horas de juego. Ya mi hija jugó mucho con él, poniendo y quitando las figuritas y colocándolas de mil formas diferentes, excepto una: el cagonet, que es una figura muy conocida por aquí. No sabemos por qué, pero cada vez que sacábamos el belén, el cagonet desaparecía misteriosamente y no estaba presente el resto de las navidades. Mi hija era la encargada de su "ausencia". No le gustaba nada, y no lo quería ver junto a las demás figuras. Luego iba apareciendo en algún cajón, en el fondo del baúl de los juguetes,... Menos mal que, dentro de su inocencia, no se le ocurrió tirarlo a la basura, porque de esa forma nunca lo habríamos encontrado. Ahora nos sirve de anécdota y para echarnos unas risas cada vez que lo recordamos. En la actualidad, es mi peque el que juega con él " a su forma". Lo mismo no hay nadie en el portal que están todos dentro, en el tejado,... en fin, todas las combinaciones que se os puedan ocurrir. De momento, él no le tiene manía al cagonet, hasta le hace mucha gracia, con lo que el pobre, por fin, puede compartir los juegos con las demás figuras. (En la foto podéis ver al cagonet a la derecha del portal)
Después de los belenes, montamos el árbol. Mil y un adornos. Todos los años digo que no voy a comprar más porque ya no caben y luego siempre cae alguno y descubrimos que aún queda sitio.
