
Este es el postre de la cena de Nochevieja. Habíamos quedado en que tenía que ser algo ligero y no pesado depués de una cena abundante. Se me ocurrió preparar estas uvas que había visto por la red en años anteriores. Si cada uno nos comíamos una pequeña uvita con nata dentro sería estupendo y un postre muy propio de la noche en cuestión. Pues bien, sólo quisimos postre 4 de los 12 que éramos y, además sólo pudimos compartir dos de las uvas, ¿por qué?, muy sencillo, el racimo me salió enorme y cada uva era de tamaño gigante, jajaja. La masa fue creciendo en los diferentes levados hasta hacerse grande-grande. Tanto es así que no gasté toda la masa, viendo como iba el tema. El resto lo gasté en hacer una especie de roscón para el desayuno.
La receta para la masa la cogí del foro de recopilaciones de
Mundorecetas y, concretamente, es de
Pastelero, aunque realizada en esta ocasión por
Lolitoba. La masa madre ya no recuerdo de quién lo cogí, que me perdone su autor/a por no citarlo.
Ingredientes:
-525 g de harina de fuerza Santa Rita
-20 g de levadura fresca (yo 25 g)
-100 g azúcar
-75 ml leche
-2 cucharadas de ron
-2 cucharadas de agua de azahar
-3 huevos
-1 huevo batido para pintar la masa
-6o g mantequilla a temperatura ambiente
-60 g manteca de cerdo
-10 g de sal
-ralladura de limón y de naranja
-100 g de masa madre (50 harina fuerza, 25 g levadura fresca, 100 ml leche tibia o a
temperatura ambiente)
-2 bricks de 200 ml de nata para montar
-azúcar glass al gusto para montar la nata y para decorar
-2 sobres de estabilizante para nata
Preparación:
La masa madre la preparé el día anterior mezclando los ingredientes y dejándola fermentar. Al día siguiente puse todos los ingredientes en la panificadora (primero los líquidos y luego los sólidos, con la sal y la levadura que no estén en contacto) y utilicé el programa 11 de amasado, que dura 1 h y media. Al terminar ese tiempo, como íbamos a comer, lo dejé sin sacar y, al terminar, se había desbordado y todo. La coloqué en un recipiente con dificultad, pues estaba muy pegajosa. Necesitaba más harina. Le fui incorporando hasta que quedó una masa fina y elástica, que ya no se pegaba y era manejable. La tapé con un paño y la dejé levar nuevamente.








La saqué y di forma a las uvas y el rabito, dejando espacio entre ellas para que volvieran a levar, pintándolas antes con huevo batido. Tapé con un paño y, una vez subida la masa, la volví a pintar con el huevo. Precalenté el horno a 200º e introduje la bandeja unos 15 minutos a esa temperatura y luego la bajé a 180 unos 10 minutos más. Si vemos que se dora mucho, lo tapamos con papel.



Dejamos enfriar y cortamos por la mitad y rellenamos con la nata que habremos montado con as varillas. Tapamos y decoramos con azúcar glass. Lo metí en la nevera hasta la hora de comerlo.










De sabor estaba muy bueno pero, para mi gusto, le faltó esponjosidad a la masa, me hubiera gustado un poco más tierna. Mi prima se llevó una parte para el día siguiente y el resto lo llevé a casa de mis suegros para que lo probaran.
Aprovecho para comentaros que El pucherete de Mari está de aniversario, el primero, y ha tenido la idea de realizar un concurso para celebrarlo. Yo ya me he apuntado ¿Y tú, te animas?