Me puse manos a la obra y esto es lo que salió. Rico, rico de verdad, creo que atractivo para los niños, de hecho, a los míos les gustó. También resulta divertido de comer y, con los ingredientes utilizados, ciertamente nutritivo y sano.
Ingredientes:
-una cebolla grande
-un ramito de brócoli
-2 latitas de atún CAMPOS
-gambas
-una lámina de hojaldre
-bechamel (mantequilla, harina, leche, nuez moscada, sal y pimienta)
Preparación:
Cortamos el hojaldre en cuatro, doblamos un poco los bordes hacia dentro y pinchamos el interior para que no suba mucho. Lo introducimos en el horno precalentado a 200º y lo horneamos hasta que esté dorado.
Picamos la cebolla y la pochamos con sal en la sartén. Cortamos y lavamos el brócoli y lo añadimos. Cuando lo tenemos cocinado, ponemos las gambas peladas (las mías eran congeladas) y salteamos todo junto.

Preparamos una bechamel de la manera tradicional. Ponemos mantequilla en un cazo, añadimos dos o tres cucharadas de harina y la sofreimos bien con ella. Vamos añadiendo leche y moviendo sin parar hasta que hierva y esté espesa a nuestro gusto, echándole también un poco de sal, nuez moscada y pimienta.
Mezclamos la bechamel con la farsa realizada y dejamos que dé un hervor para que se integren los sabores.
Es el momento de añadir el atún, si lo hacemos antes se deshará mucho y así los taquitos se notarán al comer.

Ponemos la mezcla sobre el hojaldre y volvemos a introducir en el horno para gratinarlo un poco.
Servimos calentitos.



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