Dice el refrán que es de bien nacido ser agradecido. Pues, siendo así, no quedaba otra opción que hacer caso a la sabiduría popular y preparar unas galletitas para dar las gracias al tutor y resto de los compañeros de Nazaret, donde mi hija ha realizado dos años de prácticas como fin del grado de Trabajo Social.
La
receta es la de galletas de mantequilla que siempre utilizo, porque a todo el que las prueba le gustan y, además, son perfectas para decorar.
La decoración ha sido con fondant blanco y rosa, junto con unas perlitas de caramelo.
Son muy sencillas pero creo que han quedado bonitas y han cumplido perfectamente la función para la que estaban destinadas.
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