Hay ocasiones en las que les tenemos ganas a una receta y, por lo que sea, el realizarla se va demorando en el tiempo. Pues bien, ésta es una de ellas. Yo creo que, principalmente, es porque le tenemos "miedo", es decir, pensamos que no nos va a salir como queremos, que no vamos a ser capaces de hecerla bien,... Pero llega un día en que perdemos ese miedo y nos lanzamos, como ha sido mi caso, jajaja.
La verdad es que yo, en esta oacasión, he tenido "ayuda" para eso de animarme. Unos días antes de Semana Santa asistí a una demostración de cocina en Tescoma Alicante, de la mano de mi amiga Domi. Ella nos explicó cómo las preparaba y pudimos degustarlas. Salí convencida de que había llegado la hora, que este año no compraba ninguna y las hacía yo. Y lo he cumplido... ¡¡Y lo que me alegro de ello!! Quedaron fantásticas, eso si, menos mal que se me ocurrió probar el día de antes, jajaja.
Ahora os lo cuento todo y, por supuesto, os dejo la receta de Domi, así como alguna modificación que he hecho yo.
Ingredientes:
-125 g mantequilla a temperatura ambiente
-200 ml leche
-25 g levadura panadero (fresca)
-110 g azúcar
-1 cucharada de azúcar vainillado (yo un chorro de esencia de vainilla)
-2 huevos
-550 g harina de fuerza
-ralladura de naranja y limón
Para la decoración:
-huevos cocidos
-un huevo batido
-azúcar para espolvorear
Preparación:
Esta receta no lleva masa de arranque o masa madre. Como el hecho de utilizarla le da esponjosidad a la masa y permite que dure más tierna, pensé en hacerla tomando una parte de los ingredientes antes mencionados, para no alterar las proporciones. Utilicé:
-75 g de harina
-75 ml de leche
-12,5 g de levadura fresca
Lo mezclé en un bol y lo dejé hasta que dobló su tamaño.
Luego cogí el resto de ingredientes y los fui incorporando según el orden en que los he puesto, añadiendo la masa madre o de arranque antes de incorporar el resto de la harina. Se amasa todo bien (si es necesario se puede utilizar cualquiera de las máquinas que lo hacen o hacerlo a mano, como hice yo).
Dejamos la masa en un bol y la tapamos hasta que doble o triplique su volúmen, siempre en un lugar cálido.
Transcurrido ese tiempo, enharinamos una superficie lisa y amasamos para sacar el aire. Como veréis la masa queda muy aireada y esponjosa
Cogemos una pequeña porción y formamos las monas, en este caso redondas, colocamos el huevo cocido encima presionando para que entre en la masa. Es importante no coger mucha masa ya que como aún tiene que levar nos puede ocurrir como a mi en mi primera prueba, que salgan enormes. Este paso lo hacemos ya directamente sobre la bandeja de hornear.
En este momento volveríamos a tapar la masa y a dejarla levar de nuevo hasta que duplique el volúmen. Como yo quería tenerlas recién hechas para el domingo por la mañana cuando nos fuéramos al campo, las tapé con papel film e introduje la bandeja en la nevera para que no hicieran el levado. Pero cuando la saqué por la mañana, a pesar del frío, podéis comprobar que habían levado un poco.
Como no me fiaba de que el levado de la nevera fuera suficiente, las introduje en el horno a 50º durante media hora, tal y como tenía pensado. Una vez habían vuelto a levar, las pinté con huevo batido y espolvoreé con azúcar.
Precalenté el horno a 200º y lo bajé a 180º al momento de introducir las monas. En unos 15 minutos, más o menos, estaban perfectamente doradas.
¡¡Quedaron monísimas!! Y, además, ricas, ricas, que también es muy importante.
Reto superado, había conseguido, por fin, quitarme la espinita.
El pañito sobre el que las he puesto es el me regaló mi AIG del año pasado, Sonia, del blog Chúpate los dedos con Sonia. Aún no lo había estrenado oficialmente porque no había encontrado la receta ideal, creo que estaba esperando ésta, jajaja.
Aquí en Alicante todavía comeremos monas la semana que viene, para la Romería de la Santa Faz, así que los que viváis aquí podéis aprovechar para hacerlas y los que no, animaos, no os arrepentiréis, al fin y al cabo, no deja de ser una pieza de bollería.
Si las piezas las hacemos más grandes y no le ponemos el huevo, se convierten entonces en todo otro clásico alicantino: Las Toñas. Las hacré así en otra ocasión...
Se me olvidaba deciros que con estos ingredientes os pueden salir, dependiendo de la cantidad de masa que uséis para cada una, 8, 10 o, incluso, alguna mona más. Com véis rinde bastante. Si queréis menos, ya sabéis, partir las cantidades.
viernes, 5 de abril de 2013
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Holaaa, es verdad, a mi también me pasa que tengo cosas pendientes que querría hacer y no me atrevo y ahí está la receta esperando. Luego lo haces y te das cuenta de que no era para tanto. En fin, son nuestros miedos culinarios.
ResponderEliminarTe han quedado fantásticas tus monas de pascua, más bonitas no pueden ser!
Un besooo
yo soy una cobarde para estas masas que se pegan....te han quedaó monisimas y seguro que riquisimas....mucha envidia que me das...jajajaj ¡¡
ResponderEliminarTe han quedado chulísimas!!
ResponderEliminarBesos, feliz fin de semana.
Unas monas bien hechas de verdad, con una maravillosa pinta, y un color dorado de lo mas precioso. Mil besicos
ResponderEliminarUnas monas de las de verdad, magníficas. Me llevo la receta. Un besico guapa y buen finde!.
ResponderEliminarTe han quedado divinisimaaaaaaaaaaas ademas de estar riquisimaaaaaaas.
ResponderEliminarYo aun no me he atrevido con ellas y siempre que las veo pùblicadas se me antojan.
Bicos mil y feliz domingo wapa.
Guaaaaau sin palabras! Qué maravilla!
ResponderEliminara mi hay algunas que me dan panico jajaja por eso espero que me hayas echo una mona y asi me ahorre el miedo de hacerla jaja
ResponderEliminarun besote guapa
Te han quedado estupendas. Es una de las masas que más me gusta preparar, aunque lleva su tiempo por los levados.
ResponderEliminarBesos