TARTA CHUPETE

Esta tarta la hice para Susana, la amiga de mi hija Bea. Cumplió 13 años y, como ahora entre sus amigos está de moda llevar un chupete de bebé, pensé en ponerle uno también en la tarta, pero que fuera comestible y no sólo chupable, jajaja. No tengo muchas fotos del proceso, algunas se me fueron pasando porque iba un poco mal de tiempo, la empecé por la mañana y era para después de comer, así es que os podéis imaginar que no tuve tiempo para ir haciéndolas. Tampoco hay del corte, pues la bajé a la urba y se me olvidó la cámara.

Ingredientes:

-2 bizcochos coca boba

-almíbar (agua, azúcar y chorrito generoso de mistela)

-2 sobres de puding de vainilla

-1 litro de leche

-1 litro de nata para montar

-1 sobre de estabilizante para nata

-medio sobre de azúcar vainillada

-100 gr. de chocolate de postres

-1 sobre de gelatina en polvo

-colorantes

-granillo de avellana tostada

-estrellitas de colores

-cartelito de cumple

-lápiz pastelero de fresa

Preparación:

Preparamos los dos bizcochos y los igualamos quitando lo que haya subido. Aproveché para estrenar el cacharrito que me había comprado en club cocina este verano y que aún no había tenido ocasión de usar. La verdad es que va estupendo.

Mientras que se hacen los bizcochos, dibujamos el chupete de chocolate. Sobre una fotocopia de un dibujo buscado por internet, ponemos papel de hornear. Lo sujetamos con fixo. Deshacemos el chocolate en el microondas en tandas de 20 segundos hasta que esté a nuestro gusto. Lo metemos en una bolsa de plástico pequeña y le cortamos la punta, nos hará de manga pastelera. Vamos repasando el contorno del dibujo. Si se queda fino podemos ir dándole más capas por encima. Llevamos a enfriar a la nevera.

Ponemos a cocer 350 ml de agua con una cucharadita de azúcar. La retiramos del fuego cuando hierva, esperamos dos minutos y la añadimos al cuenco donde habremos puesto la gelatina en polvo y 50 ml de agua para que se hidrate. Removemos para que se disuelva bien y la repartimos en cuencos que teñiremos de los colores deseados (echamos gotas a ojo hasta conseguilor y mezclamos) hasta que obtenga consistencia de gel. Yo los metí un poco en el congelador para agilizar.

Preparamos el puding de vainilla siguiendo las instrucciones que lleva el sobre, añadiéndole leche y azúcar, además de medio sobre de azúcar vainillada, para potenciar un poco más ese sabor.

Dejamos enfriar un poco.

Mientras tanto preparamos el almíbar para mojar los bizcochos. Calamos bien el de la parte de abajo, extendemos el puding por encima con una capa generosa y cubrimos con el otro bizcocho. Lo mojamos también con el almíbar.

Montamos la nata, añadiéndole el estabilizante. Cubrimos con ella los bizcochos, tanto por encima como por los laterales, dejando como montañitas, de forma irregular, sin igualarlo.

Ponemos el granillo de avellana por los laterales.

Despegamos con cuidado el chupete de chocolate del papel de cocina y lo colocamos sobre la nata.

Sacamos del frio las gelatinas de colores y, con una cucharilla, vamos introduciendo trocitos en una jeringuilla grande. Con ella iremos inyectando los colores con cuidado en los huecos de los dibujos. Volvemos a meter en la nevera para que enfrie, teniendo en cuenta que nunca quedará dura del todo.

La decoración final la hice al momento de servirla, me daba miedo que destiñeran los colores de las estrellitas o del gel en contacto con la nata si los ponía mucho tiempo antes de comerla.

La técnica de la gelatina de colores se la copié a Fragina, del foro de mundorecetas, que la explicaba fenomenal en uno de sus post. La verdad es que queda muy bien y resulta muy vistosa y no especialmente dificil de realizar.