Sirven tanto para un roto como para un descosío, o sea, para guarnición de un plato o de plato por sí solo, porque son una delicia. Concretamente esta tanda sirvió para acompañar unos filetes a la plancha que hicimos el otro día en el campo. La fritura corrió a cargo de mi padre y tanto las berenjenas como los pimientos, italianos y de padrón, son de su cochecha, así es que todavía más casero.
Su preparación no tiene más misterio que lavar, cortar y trocear y, en caso de las berenjenas, dejar un rato antes cortadas y espolvoreadas con sal para que pierdan el amargor. Ellas, además, se rebozan en harina antes de ser fritas. Los pimientos se fríen también. Los del padrón este año son un poco padroncetes, como he leído por ahí, casi todos pican y algunos pican con ganas.
Como bien dice el refrán: "Los pimientos de Padrón, unos pican y otros no" jeje.
ResponderEliminarQué mal que os hayan picado la mayoría! Un consejo: cuando piquen comed un trocito de pan y un vasito de agua (o vino), que dicen que así se pasa un poco el picor. ;)
Saludos. MariscoMarisco
Cuando dicen de picar, ni el agua ni el pan hacen nada, mariscomarisco, que éstos tienen muy mala uva, jajaja. Besitos.
ResponderEliminarSIRVEN PA TO Y CON UNA CERVECITA FRESQUITA ESTÁN DE MIEDO, UN SALUDO DE JOSÉ LUIS
ResponderEliminarMe apunto a lo de la cervecita fresquita, josé luis. Besitos.
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